domingo, 8 de junio de 2008

Lágrimas sobre la tierra francesa.

Una de mis pasiones, aparte de mi carrera y el golf, es el tenis; y sin duda esta última semana ha sido de lo más intensa, para empezar viendo que Lucho Horna y Pablo Cuevas, avanzaron en su respectiva llave a cuartos de final, seguido por el extraordinario desempeño del que considero hace varios años ya, ejemplo de coraje y corazón, el Rafa, este año ayudado además del mejor tenis que se le ha visto desde que llegó al circuito profesional, no sólo dejo en el camino a 4 jugadores pre clasificados, sino que tuvo que acabar con las ilusiones de Nole, quien luego de ganar su primer Grand Slam en Australia, quizo hacer lo propio en la casa del Rafa, finalmente llegó el suizo que tuvo que soportar la contundencia de un marcador 6-1 6-3 6-0, aunque en tenis el marcador no dice mucho respecto del desarrollo de un partido, Federer no pudo una vez más; casi como le sucedió al otro español Almagro, quién ante la frustración gritó: “Va a seguir ganando Roland Garros hasta que tenga 65 años”.

Pero la iniciativa de escribir acerca del tenis en realidad es el campeonato de Lucho Horna y Pablo Cuevas (uruguayo), que lo pone en lo más alto del tenis peruano en toda la historia, pues aparte de haber llevado a Perú al grupo mundial de la Copa Davis, hace dos días acababa de llevarse a casa el trofeo de campeón de Roland Garros, en la categoría de dobles masculino, con victorias importantes, nada más y nada menos que sobre los hermanos Bryan, quienes son los que lo ganan todo en dobles en todas partes. Horna quien tuvo que mudarse a Buenos Aires para mejorar sui tenis y hacerlo más competitivo, es parte de la generación de tenistas destacados de Sudamérica, en donde son casi todos argentinos como Nalbandian, Cañas, Chela, Acasuso el chileno Gonzalez entre otros.

Afortunadamente Lucho cuenta con el apoyo de Movistar, aunque no ha sido así siempre, es la ayuda que muchos deportistas necesitan, como el mismo Chino Miranda, par de jugadores que ya están llegando al final de sus carreras y darán pase a las nuevas generaciones, que espero tengan mayor apoyo y motivación para destacar. O por lo menos el estado destine recursos hacia los deportes que dan buenos resultados y reduzca lo aportado al futbol, que ya todos conocemos como es y no vale la pena recordar.

Me emocioné hasta las lágrimas de ver a Lucho tan feliz, de ver a Nadal demostrar que nada está perdido si luchas con todo lo que tienes. Aunque perdí algunas clases y dejé de hacer otras, así son las pasiones, hasta las lágrimas.

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