domingo, 14 de octubre de 2007

Era tan sólo mirarte

Uno de éstos días, de éstos más, han pasadose de largo las horas, han venido las oscuras puertas, y sin traje del héroe que solía cargar vi llover la noche caer y su frio viento apartar, de mi cuantas ganas de escribir firme y sobre el papel, derramar las ansias del un alba fresco, nuevo y contarle al sol lo que no le dije a la luna; pero cuando prometí pedirme perdón para luego negarme el sueño blanco en mi silencio dejé en tu puerta publicidad de un hotel cinco estrellas, y si mi silencio tu entendieras con sólo un gesto de tu espejo sabrías que con fantasmas en el corazón se puede pasar las horas, y cuando tan sólo comprendas cada onda del viento y sus secretos, cuando sepas que cada rayo lunar salva mi honor, sólo entonces vivirás sin mi recuerdo.