He decidido por la eternidad

Si hay dos hemisferios en mi cerebro, uno de ellos creo que se ha muerto, así tan muerto que el otro lado le da de pellizcos, besos, le abraza, le estruja, no sé si por abusivo o por generoso, lo que si se es que la parte muerta es la parte afectiva, que decidí abandonar, ante el advenimiento de noches largas he decidido prescindir de sus elegantes servicios, de pronto el lado muerto despierta y se inquita ante lo no vivido, se desespera y pelea con el otro loado, y yo en medio recibo de todo lo que ya había olvidado, mejor me voy a los pies y me escondo ahí hasta que ésta etapa pase, por un breve instante de eternidad.