
Sal de la obscuridad,
ocúltate en mi, se mis ojos, mis manos,
tócame en la inmensidad, hasta que no soportes más....
lánzame las misivas más
lúgubres, lento y cerca
córtame las venas, bebe de mi sangre y sin penas celebra esta noche despreciable al recuerdo, amenazante a mi existencia... suplica en tus ojos lo intenso de la ceguera en mi tierra, desde luego
abrázame y
déjame otra vez desgarrando agrietando mi piel !...
ven, desde lejos y
despréciame rasante de la sutilidad y me
tendrás por cinco minutos, lentamente y besando el suelo despierta, sal a la luz y
déjame leer el
perdón y tu perder, entender, corregir, golpear sin sangrar…
a mi poder
rezarle una oración compuesta con bandera de guerra,
tragándome las venas, destrozando mi inocencia, ven
dame el veneno de mi vida,
mutílame los dedos y acaba con estas manos que imaginas, toscas por las rutas sucias y
desdeñosas propias de este sin control, arrogante, hermoso, amoroso.... mientras me revientan los nervios y tu existencia es aun
etérea, te imagino con latencia, entre 3 y 4
am falleciendo a tu mundo y entrando en el mio, con la vida detenida en mi reloj cansado, lejos de lo jamas imaginado alguna vez atascado, con
razón, con fe y un plan
fúnebre en la mesa, despierto cayendo de pie y aprendiendo a perder el poder... duerme, sueña
absórbeme cuéntame que nunca
existirás.
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